Enciende una vela blanca como símbolo de la divinidad y colócala frente a una imagen del Señor de los Milagros. Señor, confieso que, tan a menudo, extraño el punto de seguirte. El cristianismo no se prostitución de ser el mejor esposo o papá, o de sentirme acertadamente conmigo mismo. https://youtu.be/2PCQFHWpJL8