¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto aprecio y tanta gloria como Tú consagras a tu imperecedero Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi crimen. Esta Gracejo te la pido igualmente para los pobres https://bookmarktune.com/story17375363/fascinaci%C3%B3n-acerca-de-oraciones-simples